sábado, enero 20, 2007

Hábito de lectura


Los videojuegos, la tele y las consolas han invadido el tiempo libre de los niños y niñas. No queda ningún minuto para encontrar en la lectura una fuente de evasión, conocimiento y placer.
El amor por la lectura nace en la familia. Un ambiente propicio en el hogar crea afición a la lectura.
Un hábito sólo se crea con la repetición. En casa tenemos que leer a diario.
Se educa con el ejemplo”, entonces ¿podemos decir que damos a nuestros hijos ejemplo del hábito de la lectura? Este es el primer paso que debemos dar. Es importante que, niñas y niños establezcan vínculos con los libros y esto se puede lograr solo si mamá y papá leen. Empezarán a imitar la actividad de sus padres y poco a poco encontrarán interés por la lectura.
Los adultos, que dedican poco tiempo a la lectura, se encuentran en desventaja a la hora de exigir a sus hijos que se acerquen a ella.
Otro medio para fomentar este hábito es que los padres lean frecuentemente a sus hijos pequeños; es necesario leerles con mayor expresividad y énfasis para que su hijo o hija, al escuchar, desarrolle su imaginación y nazca el placer por la lectura. La lectura desarrolla además la inteligencia.
Es importante también crear un espacio propicio para la lectura en casa, que puede ir desde un ambiente exclusivo para esta actividad, hasta una simple mesita con libros, pero que el niño sepa que ese es un lugar especial para leer.
Los libros los seleccionarán de acuerdo con la edad, intereses y maduración de los niños. Para los más pequeños se recomienda libros coloridos, gráficos muy grandes y llamativos, letras grandes, páginas de cartón, etc. Posteriormente, se les puede leer cuentos, que desarrollan en los niños la imaginación y el asombro. Más adelante, se puede les puede dar a leer fábulas, mitos, leyendas, que seguro llamarán su atención.
Por último, aclarar que jamás la lectura debe imponerse como obligación o castigo, sino como una actividad de recreación
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