
Como véis existen muchos argumentos racionalistas que defienden la lectura. Se ha demostrado que leer desarrolla la inteligencia del niño. Allí dónde la televisión sólo muestra y convierte al niño en mero receptor de estímulos, los libros nos obligan a pensar, a enlazar una acción con todas las anteriores, a imaginar a los personajes y sus escenarios.
Por todas estas razones es necesario que logremos entre todos (familia y escuela) que nazca en el niño el placer de leer.